miércoles, 29 de diciembre de 2010

AD LIBITUM 2008


Retomo la actividad del blog tras algún tiempo con un vino muy particular donde la variedad autóctona se apodera de todo el protagonismo y despierta cierta curiosidad e interés.
El vino en cuestión es Ad Libitum perteneciente a la D.O.Ca Rioja.
Ad Libitum 2008 es un Tempranillo Blanco 100%, este vino nace de las 5 ha de esta variedad que Juan Carlos Sancha cultivo hace 9 años en Baños de Rio Tobía, una de las zonas más altas y frías de la D.O.Ca Rioja, sus suelos pobres poco profundos y calizos obligan a la vid a reducir su vigor y producción. En estas 5 ha de cultivo ecológico además de la anteriormente citada tiene cabida la variedad Maturana Tinta ambas autóctonas de La Rioja. Desde hace algunos años algunos viticultores de La Rioja han ido recuperado variedades autóctonas como la que nos ocupa. Todo empezó en 1988 en el municipio de Murillo de Leza cuando en un viñedo viejo que atendía un viticultor llamado Jesús Galilea Esteban se observó que después de pasada la fase de envero este contenía un sarmiento con dos racimos blancos y la cepa madre era tinta. Cuando llegó el momento de la vendimia esos dos racimos estaban maduros y seguían sin cambiar de color, por lo que por mutación genética se puede decir que nació la variedad Tempranillo Blanco. A partir de aquí el C.I.D.A (Centro de Investigación y Desarrollo Agrario de la Rioja) será quien se encargue de la multiplicación de esta nueva variedad a partir de un único clon. En los estudios realizados se averiguó que dicha variedad es de brotación muy temprana, puede alcanzar buen grado alcohólico y alto contenido en glicerina, también se encontró buena acidez por lo que es propicia para el envejecimiento. El vino después del despalillado hace la fermentación alcohólica y maloláctica en botas de 500 litros de roble francés usado, su grado alcohólico es del 12´5 %. Una vez en copa presenta un bonito color amarillo paja con reflejos dorados, es un vino glicérico, la nariz es franca, en ella se aprecian aromas varietales, aromas primarios de fruta blanca (pera) y flores, ofrece recuerdos cítricos de piel de naranja, se aprecia algún aroma secundario producido por la fermentación, leves notas de brioche y panadería, con el paso del tiempo los aromas evolucionan hacia fruta escarchada, en boca es ligero y de cuerpo medio donde la acidez un tanto citrica está presente, es un vino fresco agradable y sabroso, un poco corto y fácil de beber, el retronasal es cítrico y de fruta escarchada de nuevo, gran sorpresa.