domingo, 17 de julio de 2011

ANGOSTO / ALMENDROS 2009 por Rafael Cambra y Oscar Priego

Bodega El Angosto recibe su nombre por su peculiar suelo pedregoso y de difícil acceso. La bodega situada en el término de Ontinyent, a una altitud de 450 metros sobre el nivel del mar, nace de la inquietud de una familia que se dedica al cultivo de la vid desde hace más de 150 años. Su amplio campo de variedades alcanza las  90 hectáreas en las que crecen las autóctonas Monastrell o la Moscatel y otras como la Cabernet Sauvigñon, Cabernet Franc, Petit Verdot, Graciano, Mencia, Marseran, Merlot, Shiraz, Chardonnay, Gewurtraminer, Sauvignon blanc, Verdejo o Xarel.lo, algunas en fase de experimentación.
Los enólogos son Rafael Cambra y Oscar Priego, actualmente elaboran varios vinos, El Angosto y Los almendros en blanco, al los que les acompañan sus correspondientes versiones en tinto, y  La Tribu también tinto. He tenido la oportunidad de probar El Angosto blanco, ensamblaje inusual de Chardonnay, Sauvignon Blanc y Verdejo. El vino que es fermentado y madurado en barricas de 500 litros de roble francés se mostraba en copa  amarillo intenso con reflejos verdosos, la nariz resulta franca y compleja además de destacar una gran intensidad con aromas de fruta de hueso acentuados, sobresalen las notas herbáceas y la piña, notas tropicales y cítricas, limón y piel de naranja. En boca es seco y excesivamante amargo, hay volumen de fruta y grasa, la madera está perfectemente integrada, la acidez es justa. En vía retronasal destacan los recuerdos herbáceos, el final es persistente.

domingo, 10 de julio de 2011

Tintos de Mar : Goliardo Loureiro 2007 de Rodri Mendéz y Raúl Perez

La Pontevedresa Forjas del Salnés situada en Meaño, además de dar a luz blancos basados en la variedad albariño a los que denomina Leirana, se caracteriza también por la recuperación de variedades autóctonas tintas con las que elabora grandes caldos. Las viñas las pone Rodri Méndez, mientras que la labor enológica es aportada por el berciano y mediático Raúl Pérez. La producción de esta bodega no supera la 13000 botellas anuales. Prueba de esos tintos es este Goliardo Loureiro 2007, variedad caracterizada por ofrecer vinos ligeros, de bajo grado y buena acidez. El vino en cuestión pasa alrededor de 14 meses en barricas de roble. Una vez en copa se muestra rojo picota intenso y borde purpura con abundante capa y muy cubierto algo que no me esperaba desde mi ignorancia. Resulta un vino glicérico con aromas de fruta roja en nariz tirando a madura, notas herbáceas, es balsámico y la madera está perfectamente integrada, la intensidad aromática es alta, rotando la copa sobresalen las notas de regaliz negro y hierbas aromáticas, el tostado de la barrica es apreciable, también ofrece aromas de tinta china y leves notas de café, una vez en boca es salino con acidez notable que no molesta, es fresco y agradable, el tanino está pulido y bien ensamblado, hay recorrido, el retrogusto es frutal y balsámico y existe cierta persistencia. Deja sedimento en copa.